Si todavía no lo sabes, Apple lanzó ayer un nuevo iPod Shuffle. Esta tercera generación viene con una sorpresa: no tiene botones. Bueno, sí los tiene, pero no en el iPod, sino que en los auriculares.
Eso es lo estúpido, incómodo y absurdo.
El primer problema radica en que el usaurio tiene que aprender y memorizar comandos nuevos (un click para play, otro para pausa; dos clicks para avanzar al próximo tema; tres clicks para retroceder un tema; mantener presionado para buscar temas).
El segundo problema se manifiesta al momento en que quieras usar tus propios auriculares. No son compatibles. Y todavía no se sabe si Apple va a permitir a terceros desarrollar auriculares compatibles.
Esto ya es ridículo en sí, ya que generaría una gran confusión al consumidor al momento de ver en las tiendas auriculares con botones: Automáticamente pensaría que podrá controlar cualquier aparato con ellos.
Es más, me imagino que si se te pierden los auriculares, Apple te va a cobrar un oído y la mitad del otro por venderte sus auriculares "compatibles".
Estoy seguro que con esta versión del Shuffle va a morir este concepto sans-botones de Apple y en las próximas versiones vamos a volver a tener controles más humanos.
A todo esto, el reproductor cuesta USD$80. Me imagino que los auriculares corresponden al 50% del exagerado precio. Porque uno sin el otro, no pueden existir.
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