Yo tuve mi primera Palm (la famosa Palm Pilot 1000) hace ya más de 11 años. Desde ese día estaba ya completamente seducido. Su corazón, el sistema operativo PalmOS, no sólo era sencillo y especial, pero también increíblemente romántico. Luego, en el 2002, mi Palm se transforma en un teléfono llamado Treo… yo estaba enamorado.
Pero como en toda película romántica (casi pornográfica en mi caso), pocos meses después, y les juro que fue de casualidad, tengo mi primera relación con una Blackberry. Desde ese día tengo que confesar que le fui infiel al Palm OS.
Mientras tanto, Microsoft trataba de confundirme con sus versiones Windows CE, Pocket PC, Windows Smartphone Edition, Windows Mobile y un enredo de otros nombres y nomenclaturas típicas de una empresa que confunde la palabra “innovación” con “imitación”.
Hace un par de días atrás, Palm anuncia al mundo su nueva Palm Treo 500v. Yo estaba muy contento, me iba a reencontrar con mi viejo amor, mi amor verdadero… pero ese no fue el caso… ella era otra…
Algo había cambiado, no era la misma de antes. Estaba más lenta en todo lo que hacía, ya no había romance. Tras jugar un par de minutos con ella, supe lo que había pasado:
Durante los últimos años se había prostituido: Todas las mañanas se levantaba de una fría cama en una acomodada mansión en Medina, WA.
Pero eso no era todo: Tenía un tatuaje que decía: Windows Mobile 6.0
No se preocupen amigos míos, mi vida continúa. Ya sé que la muerte es inevitable, pero los recuerdos nadie me los podrá borrar. Te quiero PalmOS, te quiero…
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